QUIÉN VELA POR LA DIRECCIÓN ESTRATÉGICA DE LA REVOLUCIÓN
Gaspar Velásquez
Morillo
Ser el líder de una revolución como la Revolución Bolivariana
de Venezuela, entraña una inmensa responsabilidad, es la fidelidad al proyecto
revolucionario, también es poseer el magnetismo como estadista de contar con la
flexibilidad y dejar a un lado el “rigidismo”
siendo capaz de crear, co-crear y recrear iniciativas tácticas y estratégicas,
poseer y/o propiciar la diversidad de métodos y metódicas para alcanzar los
objetivos planteados, tener en guardia permanente la infinidad de sentidos
sensoriales, su intuición, su sentido de oportunidad, contar con alertas
tempranas, manejar con idoneidad la imagen, la narrativa, la partitura argumental,
contar con su sensibilidad a flor de piel, sentir y percibir el estado de ánimo
del grueso de la población, reír con sus risas, secar en sus hombros las
lágrimas del pueblo, tener un redoblante y el cuchillo en la boca para ir al
combate, saber y evaluar el perfil de quienes le rodean y de quienes son sus
equipos de trabajo.
El líder, el padre de una revolución hermana y predecesora,
dijo con la seguridad que inspira y está convertida en una lección histórica de
personalidad, convicción, firmeza, confianza en su pueblo y en sus inmediatos y
en la estructura partidista “Cuando un
pueblo enérgico y viril llora, la injusticia tiembla…”. Digamos para
nuestra realidad actual: “Cuando a un
pueblo heredero de la estirpe de las y los libertadores le hacen humedecer sus
ojos y le vejan su dignidad con la cruel guerra económica, a la injusticia no
se le debe abrir espacio nacional o internacional para engalanarse, pues los
tribunales han de jugar a tiempo su papel”.
La narrativa, así como nuestra línea argumental de proyección
y defensa de la Revolución Socialista Bolivariana tiene que rejuvenecerse todos
los días y a cada hora para superar los lugares comunes, distinguir y superar a
las y los marcadores de opinión de la acera revolucionaria, quienes
preocupantemente pautan y abordan la agenda contrarrevolucionaria y todo su
creatividad se enfrasca en responder, en responder…!, en ser reactivo, en ser reactivo…!
y no asumen con audacia lo que nos toca hacer desde la perspectiva
revolucionaria, por lo tanto, agua abajo, eso se replica, produciendo tedio,
fastidio comunicacional, insatisfacción en la profundidad de visión y sentir
del pueblo, sus activistas de bases, militantes y cuadros, generándose una
distorsión entre el mensaje revolucionario en el seno del pueblo y el lento
accionar de las instancias burocráticas institucional, afectando la emisión
como recepción del mensaje revolucionario en el seno de la sociedad. Además,
valorar los procesos electorales como herramientas antiimperialista y así
hacerlo saber.
Criticar a Nicolás Maduro desde la acera imperial –
oligárquica debe llenarle y llenarnos de orgullo y el pueblo debe de hacer suyo
el regocijo, pero hacerlo desde filas revolucionarias sin hacer valoraciones y categorizaciones,
sin evaluar la correlación de fuerza, ni evaluar las capacidades propias y
nunca como revolución o lucha nacionalista en la historia, el ataque contra la
Revolución Socialista Bolivariana, ha sido tan inclemente, lacerante,
calculado, cínico e hipócrita como contra la gestión del presidente en
ejercicio.
No hemos captado, ni disertado, ni teorizado lo suficiente al
respecto, pero la academia, los centros de investigación e intelectuales y
tanques pensantes contrarrevolucionarios del imperialismo mundial, así como el
poder comunicacional global, se han partido los dientes a la hora de enfrentar
el poder de la Revolución Socialista Bolivariana, algo hay en Venezuela, algo
pasa en Venezuela y no es poca cosa…será el desenlace histórico de la humanidad?
Consideramos que si…! Se desentrañará aquí el dilema: civilización o barbarie…!
Entonces, urdir el curso estratégico de la Revolución
Bolivariana, velar por la asertividad, la armonización y la acumulación de las
fuerzas y de fuerza, sopesar lo logrado y lo pendiente, concatenación de lo
cotidiano con lo del mediano y largo plazo, la dialéctica entre lo táctico y lo
estratégico, la acumulación, introspección y valoración de cuales sectores y subsectores
sociales ha avanzado más y concretado su fuerza orgánica y su peso específico
en el proceso de transformación revolucionaria de la sociedad, que la propia
lucha de clase haya graduado contingentes de mujeres y hombres como vanguardia
revolucionaria, cuales puntos geográficos del país ha alcanzado mayor grado de
desarrollo socio productivo autosustentable y auto sostenible, entonces es
medición de su desarrollo y consolidación ideo política, precisar los alcances
tecnológicos que apunten a la lucha y soberanía comunicacional, también en esa
dirección y en el ámbito educativo, revisión sistemática de nuestros pensum de
estudios, tanto de universidades, como de estudios en liceos y escuelas,
precisar cuáles son las expectativas formativas, recreacionales de las y los
jóvenes en el país, así como de pioneras y pioneros, la tasa de crecimiento
poblacional y su relación geográfica, dejar constancia por lo realizado y su
esencia revolucionaria. Hacer una implosión en las fuerzas productivas del
país.
E igual, hay que pensar sobre el curso de la economía y otras
fórmulas y alternativas, coyunturales y distinguirlas de las estratégicas, a la
vez, dar con las iniciativas que son distractoras y cuáles son las reales
contra las y los enemigos de clases, aderezar el equilibrio entre lo pragmático
y lo principista en la conducción revolucionaria pero nunca, nunca, perder la
iniciativa ideo política y contar con respuestas acertadas y oportunas para que
adquieran nuestras acciones ribetes de cientificidad y científica y por
supuesta con la respectiva evaluación, que es un deber revolucionario per se.
Además, evaluar con la Fiscalía General de la República la correspondiente
sanción penal y/o llamado de atención cuando por errores y desapego inexcusable
de sus responsabilidades, las y los directivos, no cumplan con las funciones y
resultados institucionales para los cuales fueron designadas y designados y que
aceptaron.
Advierte Frei Betto, que el Imperio nos inocula sus valores y
en algunas oportunidades no levantamos la altura del rompe viento
revolucionario, lo cierto es que pretende inseminarnos de falsos valores, como
la fama, dinero, poder y belleza. La batalla comunicacional es un primer frente
de combate y debe incluirse en los respectivos presupuestos a todos los
niveles, no como la partida de publicidad, es nutrir de nuevos códigos las
relaciones públicas, con cursos, talleres, dentro y fuera del país para consolidar
los proyectos de imprenta, editoriales, así como, radiales, televisivos y
difundir y divulgar la tecnología telefónica e informática, pero con contenido
revolucionario.
Sobre las relaciones internacionales, la normales
interestatales a través de instancias creadas para tal fin, pero enfatizar la
relación, la interrelación e integración, en vastos y poderosos movimientos
sociales por sectores y subsectores en países fraterno e inclusive, en aquellos
donde gobiernos nos adversen.
Todo lo que se haga en lo táctico-estratégico es con el
propósito de destruir el Estado constituido y en un proceso dialéctico avanzar
hacia los primeros cimientos del nuevo Estado, el Estado por constituir cuyos “fines
esenciales la defensa y el desarrollo de la persona y el respeto a su dignidad,
el ejercicio democrático de la voluntad popular, la construcción de una
sociedad justa y amante de la paz, la promoción de la prosperidad y bienestar
del pueblo y la garantía del cumplimiento de los principios, derechos y deberes…”.
“La educación y el trabajo son los procesos fundamentales para alcanzar dichos
fines.”
Alcanzar paulatinamente el pre diseño del nuevo Estado,
marcarle su ritmo y su tiempo, precisar con quien se está y medir con quien se
cuenta. Hay quienes se quedarán con lo cotidiano y lo insulso, lo menos
esencial. Hay quienes se esmerarán en formarse - organizarse para lo
estratégico, son capaces de no dejarse tentar por los distractores, trampas,
provocaciones y los alzapié burgueses y si bien saben de lo que son capaces de
hacer, las y los imperialistas y las y los apátridas, no caen en
resentimientos, por el contrario, clamamos que “el enemigo sea lo suficiente terrible porque a la hora de derrotarlos
no tendremos ninguna piedad”.
En estas horas históricas estamos en la medición del tenor de
cada quien, de cada graduación como simpatizantes, militantes, cuadros, como
estadistas.
“Somos la vida y la
alegría, en tremenda lucha contra la tristeza y la muerte”. “Nuestra lucha tiene como límite, la
victoria o la muerte”.
El dilema es quedarse en lo nimio o en lo transcendental, eso
es demostrativo del espíritu visionario estratégico de cada quien.
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