ROSAS ROJAS EN VENEZUELA PARA LAS REGIONALES 2017
Gaspar Velásquez
Morillo
El imperio y sus gobiernos corporativos transnacionales, a
través de estudios psicológicos de la conducta y comportamiento humano, hacen proyecciones
para conocer y a posterior manipular, el perfil psicológico de los pueblos, así
como el perfil de sus lideresas y líderes; entonces con eufemismos califican estos
planes psico-sociólogicos “de primavera” pero en Venezuela les llegó
prematuramente el otoño.
A lugar lo dicho, porque además de estaciones o laboratorios psico-sociológicos,
estudian los distintos segmentos de la sociedad, así como los gustos,
preferencias, particularidades, en los distintos ámbitos del quehacer personal
y colectivo y hasta por segmento de edad de los conglomerados humanos para a
través de la cultura imperial, trastocar, obviar nuestra idiosincrasia, echar
de lado nuestros valores culturales y nos imponen su modo de vida de forma sutil,
proyectan sus comiquitas y héroes, que son inútiles ante las matanzas en calles
y universidades gringas, y ante el asesinato a mansalva de la población de
color, y, más inútiles a la hora de socorrer humanitariamente a su propia
población a la momentos de desastres naturales; por la levedad del poco sentido
crítico de algunas personas, se impone la cultura foránea en detrimento de la
propia, paulatinamente, despotricamos de lo autóctono, así van formando desde
adentro las generaciones de “Ex - Pa”, legiones de Expatriados –víctima de la
cultura del hegemón imperialista- aun estando dentro del propio territorio
nacional porque no sienten, ni sentirán amor por su patria, por su historia,
por sus valores y menos harán su aporte al crecimiento espiritual personal
propio, ni colectivo de la nación venezolana.
Es más fácil prestarse en cuerpo y alma para despotricar de lo
más sagrado que tiene el ser humano, su sentimiento humanista, identitario de
liberación, de soberanía y de paz en y entre las naciones.
Existe el interés por parte del Imperio, las transnacionales
y corporaciones mediáticas -y no de
ahora- por el estudio del perfil de personalidad del presidente Nicolás Maduro,
e igual, lo hicieron con el Comandante Supremo Hugo Chávez Frías.
Se aprietan los puños de compromiso revolucionario nacional y
se acentúa la respiración y tensan los músculos cuando el presidente Nicolás
Maduro dice en entrevista pública en el evento petrolero en Rusia, esta primera
semana de octubre: -somos un país de apenas 27 o 28 millones de habitantes pero
antes las amenazas del Imperio norteamericano a través del presidente Donald
Trump, contra nuestra patria, sabremos pues cómo defender el legado histórico
de los libertadores.
El axioma del Comandante Chávez, fue y es: “a mayor
conspiración, profundizar la revolución”. Esa es la orden…!
Vaya pues, en este texto, el perfil psicológico de una joven
mujer, joven madre que vive en cualquier barriada de Venezuela, para que
conozcan pinceladas de dónde ha venido germinando la Revolución Bolivariana.
El 13 de abril de 2002 fue la respuesta del pueblo en aquella
época, en una revolución incipiente, con mucha ingenuidad y novatería; y a
pesar de hacer la Ultraderecha sus conspiraciones públicas, bien amplificadas
por los medios nacionales e internacionales, ya van más de 17 años de
revolución, pocas y pocos son los incautos hoy en día.
Ya en filas opositoras, algunas y algunos hablan de
abstención, por inoperancia del CNE, para así jugar adelantados y justificar
–por si acaso- los macilentos y magro resultados electorales que obtenga la
oposición.
Vaya el aporte al estudio del perfil psicológico del pueblo
venezolano expresado en Rosa, quien el 11 de abril 2002 en la noche, que a
pesar de su juventud retorna agotada del trabajo por las vicisitudes de una
capital como Caracas y con su crio en el regazo amamantándolo, ve por
Venezolana de Televisión que el Comandante Chávez es conminado a ir y se va al
Fuerte Tiuna, de lo contrario bombardearían Miraflores con él y todos adentro y
ella gritó a su joven esposo para advertirle: -Lo van a matar, lo van a matar…!
Juntos ven por el canal del Estado el episodio donde el Comandante Chávez
camina por el estacionamiento del Palacio de Miraflores embarca en carro negro
quien emprende raudo hacia el Ministerio de la Defensa. Ella mira a su esposo y
le pregunta con apenas voz: ¿qué vamos hacer? Su esposo albañil estaba pálido,
quizás gris…; ella levantó la voz: ¿qué vamos a hacer…! La respuesta tímida de
él, o el susurro, o lo que logró atinar: -hay que esperar…! Con tono imperativo
dice ella: -mientras tú esperas, toma tu muchacho –casi que se lo tira en sus
brazos- que yo me voy para Miraflores…!
No bastó la imposición de él, ni el
llanto del niño, calle abajo corrió Rosa, a quien las lágrimas y la indignación
le impedían escuchar los gritos de angustia, de ruegos de su joven esposo,
saltando charcos, ella ese día no le tenía miedo a la oscuridad del cerro donde
vivía, ni a choro alguno, ni a los disparos nocturnos, ni sabía si había
transporte o no, no temía ni a la muerte misma, en su cartera del arte colorido
jamaiquino cruzada al pecho, llevaba la foto de su hijo de pecho, de su modesto
matrimonio, de sus padres ya fallecidos y una de las primeras calcomanía de
Chávez, así como recorte de prensa donde Chávez hablaba de la necesidad de
planes –hoy Misiones- de viviendas, su ilusión es optar a una “vivienda de
concreto”, sus documentos de identidad, ella se decía reiteradamente: - tendrán
que matarme…! Tendrán que matarme…!
El día trece de abril de ese 2002, en esas concentraciones multicoloridas
que se entretejen frente a Miraflores y zonas aledañas, exigían a la
Ultraderecha, al Imperio, a Chávez con vida, allí seguía Rosa, con su menudo
cuerpo pero su gran corazón, apretujando la cartera a su pecho, al latir del
corazón de su hijo de apenas meses de edad, con su misma ropa, a lo mejor más
delgada, su rostro seco, sus cuencas oculares
deshidratadas, su cabello recogido en un moño sin estilo, allí de repente,
entre consignas, gritos de algarabía, anuncian que Chávez viene, ella siente
que se desvanece pero saca fuerza por su hijo y de repente su mirada se cruza
en la multitud con su joven esposo, se estrechan en un abrazo como nunca, él avergonzado,
sin mirarla a los ojos, saca pan y un jugo, ella lo toma y lo guarda con
delicadeza en su cartera y el eufórico le dice a ella con gran orgullo: -Amor…!
me traje a los muchachos del equipo de básquet del barrio desde ayer...! Ella
lo abraza y lo besa y se abrazan entre todos. En coro se suman a ella y todos
enfervorizados con lágrimas en los ojos, vocean consignas y cantan el himno
nacional, mientras nuestros militares desde las alturas agitan con orgullo
patrio el tricolor nacional.
Señores oligarcas, todo va más allá de la abstención, la
oposición dilapidó su capital electoral, le desdeñó, pensaron que
controlándolos a control remoto…bastaba!
La ultraderecha le rinde culto a la muerte, a lo
escatológico, al catatrofismo, de modo pues, que a pesar de todo el empeño
realizado, no han podido polinizar la desesperanza, porque a pesar que más le
apriete –en confabulación con empresarios inescrupulosos y bachaqueros- el
torniquete a las condiciones de vida del pueblo, el pueblo va para adelante…!
El pueblo venezolano empezó a pensar, como Rosa y su esposo, que
como todos, están buscando su hilo histórico, rememoran, hurgan en la vida
misma y en el pasado reciente pero no han abandonado la alegría, las ganas de
vivir, las ganas de reír, de bailar, de amar la vida, las ganas de ser
ciudadanas y ciudadanos, las ganas de ser visibilizados, las ganas de ser
venezolanas y venezolanos con todas sus letras de oro.
Emplazado el liderazgo y la membresía de base de la ultraderecha
a dar explicaciones del POR QUÉ ESTO, POR QUÉ AQUELLO, entonces tartamudean o
evaden para explicar lo inexcusable a la hora de explicar el por qué ellos son
la mejor opción en el presente siglo.
La derecha, la ultraderecha, sus ideólogos, académicos, sus
medios de comunicación, así como sus universidades que regentan, poco o nada
saben del cómo argumentar, porque el pasado reciente fue tan desastroso en los
gobiernos de la socialdemocracia y de los democratacristianos que lo que digan
al pueblo que son la mejor opción para dirigir la nación venezolana, es nada
creíble, esa incontinencia verborreica tiene el rostro y sonido del falso papel
de regalo, contiene burla, cinismo e hipocresía, el desdén del
“caradurismo”.
Que le dirá Rosa en el 2017 a Donald Trump? Qué le dirá Rosa
a quienes osen a pisotear sus sueños de Matria…! de Patria...!
Ella y su esposo, con más edad ambos, viven en un urbanismo, ya
con dos hijos adolescentes estudiando, suelta la carcajada al recordar que ella
decía “vivienda de concreto”, hoy es licenciada egresada de las misiones y afirma
más que convencida que espera el 15 de octubre a las 4.30am la diana electoral
para ir a votar así no lo quiera Trump…!
Facebook / Gaspar
Velásquez Morillo
@gasparvelasquez
Blog El Mural de Papel