MUERA LA POLÍTICA, VIVA LA POLÍTICA…!
Gaspar
Velásquez Morillo
El ocaso ideológico político de la derecha está más
que demostrado, es la continuidad de la debacle que les acompaña desde que por
decisión libérrima del pueblo, asume el Comandante Hugo Chávez la presidencia
de la República y a la par la Constituyente da soporte a la aprobación del
nuevo texto constitucional de la República Bolivariana de Venezuela; además, la
derecha en su impotencia toma el camino de la ultra radicalidad para
reafirmarse y mantener una membresía mediatizada y desprovista de criterios y
valores doctrinarios de las propias ideas que dicen defender, porque entre
ellos, han sido víctimas de sus particulares y genéticas apetencias grupales, así
como la endofagia secular y el arribismo interno que les adorna, que en sumatoria
son conductas y comportamientos de enfermizo fanatismo burgués que dan al
traste con la política con P mayúscula, para orientarse entonces, hacia el
fascismo y mirar con desdén e indiferencia las concepciones y los debates
políticos y deslizarse en el tremendismo, en el escándalo pero sin proponer
nada en concreto y todo ajeno al sentir nacional, a la soberanía y la
independencia de nuestra patria, toda su línea discursiva burguesa fascista es
hueca, es retórica, reiterativa, orientada y empecinada a dibujar al gobierno
bolivariano como felón, violador de los derechos humanos, corrupto. Ironía de
la vida, no se miran el origen de sus partidos y en la clase burguesa que los
amamantan.
Todo lo dicho en el párrafo anterior, es evidencia que
socialdemócratas, democratacristianos y sus derivados, niegan la Política, pero
es a la vez la política burguesa en esta oportunidad, donde el sustrato fuerte,
queda en mano de la secretaría de la OEA, en la Administración estadounidense y
en la mediática.
De manera pues, que la burguesía declara el
fallecimiento de la política, porque además, en sus desempeños en las
instituciones que ostenta la ultraderecha, no son demostración fehaciente, de
lo alternativo, de la superación gubernamental de lo que hicieron en un pasado
cuando gobernaron las últimas décadas del siglo XX, su desempeño en la
administración pública es y ha sido para conspirar y desestabilizar el proyecto
bolivariano.
Aunque el fascismo enarbola la bandera de los procesos
electorales para expresar su poder organizativo, en el fondo, es un discurso
peregrino porque el propósito es desestabilizar desde la propia
institucionalidad, es más expedito, acudir al golpe de Estado para desembarazarse de compromisos de Estado con
otras naciones y no presentar obstáculo para llevar el contubernio burguesía
apátrida – imperio estadounidense.
El PSUV y las distintas instancias del pueblo
organizado, así como del Polo Patriótico deben sobre criterios políticos
ideológicos, principios de lealtad y compromiso, con valores de fraternidad y
tensión de las fuerzas y de estar consciente que no hay otra oportunidad
histórica, de aceitar su maquinaria organizativa político - electoral, pero vale
advertir no una maquinaria festinada, “franquizada”, adornada de papelillos,
serpentinas, de bambalinas; pues, todo lo contrario, ha de ser de exposición del
proyecto político socialista bolivariano, de constatar obras y acciones, de
exponer y ratificar el programa y el plan de gobierno, que asumamos el artículo
66 constitucional, pero también y sobre todo, las comunidades han de acudir,
apelar e interpelar las gestiones gubernamentales municipales y regionales de
oposición y a las nuestras con base al contenido de dicho compromiso electoral
y que a la letra dicta: “Los electores y electoras tienen derechos a que sus
representantes rindan cuentas públicas, transparentes y periódicas sobre su
gestión, de acuerdo con el programa presentado”. que concordada esa
interpelación con la pregunta de ¿a quién ha beneficiado la gestión
gubernamental aludida?
El actual momento político exige, mucha, muchísima
madurez en las y los cuadros políticos, quizás no estén visibilizadas y
visibilizados, pero nuevas y nuevos cuadros políticos están fertilizando y
paulatinamente hay un refrescamiento del liderazgo político, y desde luego entender,
que hay un liderazgo partidista institucional que es imprescindible presencia,
por lo que es de impostergable necesidad, trazar orientaciones al respecto con
tiempo y velar con celoso cumplimiento las mismas, guardando las distancias
históricas, geográficas y circunstancias sociopolíticas, la Revolución
Bolchevique, la Cubana, la Nicaraguense y otras experiencias revolucionarias, donde
el triunfo y la longevidad del proyecto consistió
en el ejercicio de la disciplina consciente, para no hablar de la férrea
disciplina, pero es que hace falta la férrea disciplina, así como en la
comprensión personal de cada quien, que se puede ser útil en otras y distintas
trincheras e inclusive hay que enfatizar en enamorarse de los cargos y sufrir
de “jefaturismo” donde se destierre la auto visualización que incurren algunas
y algunos cuadros, “me veo es como jefa o jefe, en otra condición no…!”
Ya se ha dicho en otras oportunidades, asistir al
proceso electoral y triunfar, es derrotar al Imperio y a su membresía cipaya.
En la actualidad, lo electoral, es una modalidad de lucha necesaria…pero hay
que acumular la fuerza necesaria…no hay otra oportunidad histórica para un
después. El propósito de la burguesía e imperio es quitar de nuevo el cuadro de
Simón Bolívar del Salón Ayacucho del Palacio de Miraflores y borrar de la vida
político institucional de Venezuela al pueblo y confinarlos a las empobrecidas
barriadas que circundan las urbanizaciones y ciudades de Venezuela; de nuestra
parte, seguir impulsando la Revolución Socialista Bolivariana que es un Estado
Social, de Justicia y de Derecho que reconoce al pueblo como líder de la Democracia
Participativa y Protagónica.
Blog El Mural
de Gaspar
Facebook /
Gaspar Velásquez Morillo
@gasparvelasquez