A QUIÉN SORPRENDE EL IMPERIO…



Gaspar Velásquez Morillo
Es pertinente periódicamente analizar el y los tiempos históricos y eso consume horas de estudio y desde luego tinta y neuronas; hay quienes prefieren el relámpago del twitter y saciar niveles de emocionalidad o dejar al libre albedrio la interpretación. También he visto la angustia de quienes cuando leen un análisis, arguyen…pero está largo…! Hacer una revolución va más allá de la emocionalidad de si se está ganando o perdiendo. La redacción del presente no es para contar con aplausos o reproches, es para que cada quien indague en su mundo interno, que tiene tanta importancia como la objetividad, y se interrogue:
¿Qué estoy haciendo por la defensa y profundización de la Revolución Socialista Bolivariana?
Entremos en materia…
Que el imperio, así como las transnacionales, la OEA y gobiernos pérfidos hagan lo que hacen con el propósito de hacer sucumbir el proceso socialista bolivariano no debe sorprender a nadie, y menos…, a quienes están conscientes de lo que significa la lucha de clases; desde la efervescente década de los setenta –por ubicar una referencia epocal- ya se denunciaba la ferocidad imperial después de la derrota que sufrió Estados Unidos en Vietnam.
Una seguidilla de fracasos como en Irán cuando el gobierno de Carter, así como en gobiernos posteriores, como en los anteriores, ha envilecido cada vez más al imperio estadounidense y a las empresas contratistas que se disputan cada país destruido por las bombas de Estados Unidos para una supuesta “reconstrucción” y extraer de sus entrañas todo aquello que eleve el estándar de vida propio a costa de la vida de quien o quienes no se arrodillen a los intereses gringos.
Estados Unidos ha desplegado sobre Venezuela todo su catálogo de muertes y destrucción y eso ha concitado que en una de sus primeras fases está generar un ablandamiento con difuminar toda un despliegue propagandístico para generar confusión entre el propio liderazgo revolucionario y dejarlo sin dirección política, en otro orden de idea, propiciar desencuentros de sectores con cierta formación política pero con dosis de resentimientos que le imputan al presidente Nicolás Maduro y a los liderazgos del PSUV una supuesta -y nunca demostrable- incapacidad para gobernar y no se entiende que no es fácil llenar el vacío del Comandante Hugo Chávez Frías, pero es irrespeto ignorar o negar que el presidente Nicolás Maduro ha hecho un esfuerzo supremo por mantener el filo revolucionario de la gestión de gobierno y eso es lo que mantiene en alto la efervescencia revolucionaria en ciudades, pueblos, en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, en empresas, universidades, liceos y comunidades, esto sin contar que en muchos pueblos del mundo, al decir Venezuela, cualquiera sea el idioma que se hable, se deja escuchar el nombre, Chávez; entonces, quien está ganando el debate, los debates a nivel mundial, y además, lo que vivimos en Venezuela con la guerra económica es una guerra avisada que nos demanda una maduración de nuestro aparato productivo con la urgencia del caso, por lo tanto, si apenas con unos incipientes años de vida, la revolución bolivariana le esta dando en la torre al imperio, y si no se ha podido hacer más, es porque no todas y los cuadros entendemos o nos sumamos con recelo a profundizar y enriquecer la Revolución Socialista Bolivariana e inclusive hay quienes marchan a contra vía porque no simpatizo con tal o cual dirigente, como si eso fuera lo más importante y decisivo.
Aquí me viene a la mente Nora Castañeda en los días de su velatorio, bastaba ver su ataúd para pasar por la mente como desde el Banco de la Mujer, organizó disciplinadamente a más de 70.000 mujeres a nivel nacional y no andaba de presuntuosa dándosela de cuadro teórico, sino tocando la fibra humana, patriótica, revolucionaria del pueblo y sus mujeres, no desdeñó a quien creyera en Dios, en Cristo, en quien fuera ateo, por colocar un ejemplo, llegó al corazón de las mujeres y su pueblo, realzando el autoestima, la vergüenza, el honor nacional e histórico y nunca alentó las luchas  institucionales burocráticas por cargos o prebendas gubernamentales, Nora tenía las cartillas revolucionarias de tres revoluciones, la cubana, la nicaragüense, y la revolución socialista bolivariana.
Hoy con el mayor orgullo nacionalista vemos como mujeres y mujeres del pueblo llano, están librando fuertes batallas en sus comunidades, en sus empresas, en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y ese fragor de la lucha lo aprendieron con el Comandante Chávez y más con el apoyo y la participación de revolucionarias y revolucionarios de las luchas de los años 70, 80, 90, que están haciendo lo que consideran que es lo que tienen que hacer, aupar, estimular y consolidar la Revolución Socialista Bolivariana.
Estos agudos y preocupantes momentos que vive la Revolución Socialista Bolivariana, va robustecer a quienes tiene que robustecer y a quienes se han preparado por años pacientemente para lo que tiene que acontecer, también tendrá como efecto ineludible, centrifugar a quienes por debilidad, confusión, incapacidad para comprender el momento y la coyuntura actual, desvanecerá a quienes el miedo le puede invadir su personalidad y se hacen eco de la prédica del poder omnipotente del imperio, entonces prefieren ignorar o desconocer lo malévolo que es el imperio, por lo tanto, no se quieren enterar de nada que huela a imperio, sirva de ejemplo, que hay caso de revolucionarios que lo primero que hacen en el día es averiguar cómo está EE.UU por dentro en todos sus estamentos societales, valga de ejemplo, ya Donald Trump está haciendo todo lo contrario de lo que pregonó y es reflejo de las pugnas interburguesas imperiales y las contradicciones entre republicanos y demócratas, así como se impone la supremacía de “los halcones” para dirigir la diplomacia gringa.  
Decíamos que a pesar de todo el esfuerzo imperial para desbancar la Revolución Socialista Bolivariana, dicha revolución no le han podido arrebatar las banderas de la Democracia, de la Libertad y ser amante de la Paz y por la Justicia.
Los enemigos enfrentados, el imperio y Revolución Socialista Bolivariana, en esa puja, se decidirá el futuro inmediato de la humanidad, ahora lo interesante, es cuál es nuestro deber y qué es lo que tenemos qué hacer. En algunas personas, el nerviosismo les recorre la espalda y piernas, entonces empezamos a lanzar dardos silenciosos, otras veces venenosos contra la Revolución Socialista Bolivariana, dándole envoltura de críticas constructivas, generando confusión en algunos espacios, y por supuesto, el enemigo sacándole provecho a tales desvaríos muy, pero muy inoportunos; en una ocasión, en los años 80, le escuché una frase a Soto Rojas que se me ha hecho inolvidable, “las y los revolucionarios pueden tener tres pecados imperdonables: ser traidor, ser vacilante y ser resentido”.
Cada quien debe comprender su momento histórico y hoy que el imperio se enfurece cada día más, debemos por respeto a nuestros mártires ser consecuentes como lo fueron aquellas y aquellos que aún con la vida iéndoseles del cuerpo por las torturas, fueron incapaces de claudicar en sus principios y menos eludir sus responsabilidades en el movimiento revolucionario.
El imperio está haciendo lo que tiene que hacer, entonces qué es lo que tenemos que hacer nosotros, en mi caso, cierro filas con Nicolás Maduro y el PSUV con todo y los defectos que puedan existir, pero esta lucha es estratégica, es mundial y es inexorable y no habrá otra oportunidad en la historia para llegar a donde hemos llegado como pueblo, como Revolución. Entonces, hemos como pueblo dado o no pasos acertados, es comprensible pues que el imperio hable con espuma de rabia en su boca al referirse a la Revolución Socialista Bolivariana.
Decía un miliciano provisto de su acento andino y que quizás no ha leído ni el 10 por ciento de lo que se ha leído cualquier cuadro revolucionario pero su convicción es de granito y con toda certeza afirma: -“el imperio puede llegar a invadirnos, pero con las y los francotiradores que fecundemos en la unión cívico militar tendrán que cambiar toda las estrategias que han diseñado por años los gringos, porque para ellos le resulta muy letal y desalentador esa modalidad de lucha y tendrán que retroceder hasta las costas o hasta los aeropuertos pero tendrán que salir de la patria…”.
En cuanto a la oposición en Venezuela, no acostumbro a decir, la oposición venezolana, puesto que son apátridas y suplantados por analistas, por voceros, propagandistas y por intereses foráneos, que los descalifica para hablar con una concepción nacional y por el bienestar del país y de sus connacionales puesto que han sido capaces de ceder su soberanía personal, partidista y como nacidos en esta tierra sagrada y se arrodillan para beneplácito de fuerzas imperiales, de modo pues, que la lucha política en Venezuela es directamente contra el Imperio, por lo tanto, tiene carácter internacional y por su contenido tiene carácter estratégico y nos asiste la razón histórica, por lo que estamos obligados a sumar y sumar mujeres y hombres del pueblo y dar al traste con el personalismo y el engreimiento personal; considero que tenemos el orgullo, como lo tiene el pueblo Cubano, nicaragüense, salvadoreño y de otras latitudes de vencer al imperio estadounidense, en nuestra táctica política es satisfacer las necesidades vitales del pueblo y ganar tiempo y tiempo para consolidar la vanguardia y ganar espacio para en la periodización de la guerra contar con espacios consolidados y pueblos embargados de corajes y decisión de defender hasta el último palmo de territorio como si fuera su propia vida. A pesar de los liderazgos institucionales que existen, existen también los liderazgos informales que se forman en el fragor de la lucha y que sean los pueblos en definitiva, quienes reconozcan esos liderazgos que se fecundan en el pensar y en el hacer y que sobre todo, sobre todo, sumar a la causa de la Revolución Socialista Bolivariana.
En las circunstancias propias y particulares de las revoluciones, estas por momentos específicos e históricos tienen que estar bajo la conducción de un mando único para que no haya esfuerzo diluido y dispersión en las tensiones de fuerzas al momento de la confrontación, quienes estén sólido en las convicciones y en el hacer podrán soportar cualquier ventisca y hasta huracanes y quienes sean endebles y frágiles serán desplazados por las ineludibles fuerzas del cuestionamiento, pero en ningún momento por el beneplácito personal, jugar al beneficio propio, poniendo en riesgo lo táctico, como lo estratégico. Asumiendo lo que aseveraba el Dr. Ernesto Che Guevara…las revoluciones no son lechos de rosas.
Cualquier crítica que se haga para que tenga la validez histórica del caso pasa por auscultar la autocrítica, es usual decir: Yo soy Chavista y eso está bien; soy Bolivariano y eso también está bien; soy Cristiano y eso es excelente, pero tomamos de esas grandes personas lo que nos conviene, eso a la postre es un alegato en contra al propio juicio que tengamos que rendir ante la historia, porque será la práctica histórica quienes nos juzgue.
Hay quienes prejuzgan y tienen la auto visualización y se consideran predestinados a ser grandes dirigentes, líderes, se respeta tal deseo imaginario, pero para que tenga asidero, hay que dar los primeros pasos en los espacios donde se desenvuelve la vida societal de tal o de tal cuadro revolucionario para vencer la tentación de ser “sabio de todo, maestro de nada y de nadie…”
Podemos ser cultos, ilustrados y estar bien informados, pero eso apenas son prerrequisitos muy básicos para ser dirigentes o líderes políticos, se necesita de eso, pero también se necesita más allá de esos ítems, se necesita ir más allá de que el conocimiento es poder, es entender, comprender y aceptar que poder es el sabio ejercicio del conocimiento que se posee; es conocer mutuamente que puede el imperio y que podemos nosotros, esa contradicción debe tener un desenlace, a favor o en contra de la Revolución Socialista Bolivariana, qué debemos hacer para que dicha contradicción esté a nuestro favor?
La Revolución Socialista Bolivariana de Venezuela logró lo más difícil para cualquier revolución en el mundo que es elaborar su Programa y cuál es el Programa y en voz leninista el Programa es lo que se persigue y por lo que se lucha, pues el Programa de la Revolución Socialista Bolivariana es el texto constitucional y lo que hagamos, pensemos, debe tributar a consolidar lo que dicho texto consagra, entonces decimos a lo que a nuestra concepción idealista metafísica consideramos y hablamos románticamente de paz, bienestar y desconocemos la lucha de clases y de que para alcanzar una sociedad superior es a través de la lucha sin cuartel dentro y fuera de las instituciones, dentro y fuera de la Revolución pero con sentido de pertinencia y de oportunidad, con firmeza, sin resentimiento, sin vacilación, en definitiva, con tino, madurez y con una concepción de inclusión y reconociendo que hemos sido pecadores por omisión y obra.
La Revolución Socialista Bolivariana vive aún su proceso constituyente el cual es un continuum sin fin, porque cuando concluye una parte del proceso, se dan en simultaneo procesos paralelos y hay veces con la misma importancia y demanda la misma atención, hay quienes en su tierna edad de militancia no entendieron que el Socialismo se conquista peleando o que también se les haya olvidado esa consigna rodrigueana, rodrigueana por lo del mentor de ella, el maestro larense Jorge Rodríguez, de manera pues, esa consigna no tiene distinción político partidista, es una acertada interpretación de un devenir histórico de un mundo convulsionado por el ocaso histórico del imperio.
La paciente impaciencia de Tomás Borges debe ser la guía para tomarnos muy, pero muy en serio, los pasos que tenemos que dar, que nadie arguya evasivas y actúe con evasiones, el tino es saber usar con paciencia pero sin dilaciones lo que nos corresponde hacer: concienciar a las y los trabajadores, así como al resto del pueblo; conocer la historia patria y la local; conocer el territorio donde se pelea; organizar la vanguardia y la retaguardia cívico militar, o mejor dicho, el pueblo uniformado, así como los suministros logísticos; la contrarrevolución da lecciones y esas lecciones nos templaran como el acero el carácter y las decisiones y considero que a pesar de los errores imperdonables de principiantes pero esta Revolución no la está perdiendo, en la periodización de la guerra, parafraseando a Simón Bolívar quien le advertía al funcionario estadounidense Benjamín Irwing en su oportunidad “…la mitad de la población ha muerto por liberarnos de España y la otra mitad está dispuesta a pelear contra quien fuere por mantener la libertad…”
Nuestro apoyo a Nicolás Maduro…!


Chávez vive…!
La Patria sigue...!
Independencia y Patria Socialista…!
Viviremos y venceremos…!


Blog El Mural de Gaspar
@gasparvelasquez
Facebook / Gaspar Velásquez Morillo

  

Entradas populares de este blog

EL LIBERTADOR Y SU DISCURSO DE ANGOSTURA VERSUS EL CONTRATO SILVERCORP -GUAIDO

LIDERAZGO TRANSFORMACIONAL PARA TU GESTIÓN INSTITUCIONAL