JORGE RODRÍGUEZ Y SU CONDICIÓN DE
MAESTRO DE TODOS LOS TIEMPOS
Gaspar Velásquez Morillo
Hay
personas que por su trayectoria de vida trascienden más allá de su arco de vida
terrenal y se ubican en otra dimensión, sí, en
otra dimensión, que parametrizarla y valorar lo que ha significado su
quehacer en lo que han tenido de existencia se requieren distinciones y
cualificaciones superiores a lo común, a lo cotidiano, a lo rutinario, ir más allá
de lo gris.
El
Maestro Jorge Rodríguez es ese tipo de persona que en momentos específicos de
la historia, rompen los moldes de los esquemas y son capaces hasta de revertir
las aspas de la historia con su fuerza moral, espiritual, su dignidad, su
visión y su disposición de aportar para que ir en búsqueda y cristalizar los
sueños que predicaron.
Jorge
Rodríguez salió a temprana edad de su natal Carora en el estado Lara y se
graduó de normalista en la “Normal” de Rubio en el estado Táchira, “el caroreño”
ya apuntaba a ser un joven de inquieta personalidad y que mientras más contacto
tenía con la realidad de la pobreza de entonces y el discurrir histórico de la
Venezuela, más se le llenaba de preguntas su consciencia, lo que contribuyó a
ese despertar y no se ahorraba ninguna pregunta a la hora de interpelar o
conversar con su pares o de interactuar con las autoridades educativas de su
centro de estudio, además de sazonar con su razonamiento las respectivas
clases, por lo que se vislumbraba que a temprana edad Jorge Rodríguez logró
adquirir consciencia política, consciencia de la lucha de clases sociales en
Venezuela entre explotados y explotadores.
El
Maestro Jorge Rodríguez para profesar sus convicciones políticas propias las
apalancó desde la pedagogía, porque abrazó los ideales socialistas y se
impregnó del hilo histórico por la cual se ha transitado para llegar a la
década de los setenta del siglo pasado cuando le fue arrebatada la vida por
cuatro torturadores quienes cumplían las instrucciones del gobierno de Carlos
Andrés Pérez y de su ministro de Relaciones Interiores Octavio Lepage.
Con
cuanta habilidad el Maestro Jorge Rodríguez explicaba de forma magistral y
dialéctica e imantaba a los auditorios, a sus interlocutores e inclusive a sus
enemigos políticos e ideológicos quienes quedaban sin argumentos y cuando los
contrarrevolucionarios apenas lo podían confrontar, ya eran al nacer
exposiciones amarillentas y envejecidas y anti histórica.
El
Maestro Jorge Rodríguez con respecto a las y los vacilantes, a los reformistas
y a quienes abandonaron el camino revolucionario, el Maestro Jorge Rodríguez
nunca fue condescendiente, ni lograron impregnarlo, ni intimidarlo; fueron
estos traidores quienes posteriormente en las múltiples detenciones que vivió
el dirigente socialista, quienes lo torturaron y la rectitud del maestro Jorge
Rodríguez se mantuvo inmaculada, firme y controvertible, nunca lo rajaron,
muchas fueron las promesas para desmoralizarlo: cargos, dinero, status, pero el
maestro Jorge Rodríguez se mantuvo firme en su condición de Maestro –que es el
título que más enaltece al ser humano- y en su condición de revolucionario.
La
política en su interpretación marxista se hinca en dos vertientes: la pedagogía
y en la psicología. El maestro Jorge Rodríguez supo con destreza de estratega
hacer el deslinde político ideológico y logró discernir las falencias del
movimiento revolucionario de su época y las que pudiera presentarse en el
futuro inmediato. Fue artífice de la fundación del proyecto Liga Socialista –
Organización de Revolucionario junto con Julio Escalona, Fernando Soto Rojas,
David Nieves, Jesús Martínez, Elías El Juri, Marcos Gómez, Agustín Calzadilla entre
otros y otras revolucionarias
venezolanas.
La
dirección política militar de la LS / OR logró superar las fallas e
inconsistencias de las organizaciones de izquierda de entonces, se formó una
organización política con énfasis en la formación política, en la elaboración
colectiva de análisis políticos del momento, de la coyuntura, de una
interpretación y las vulnerabilidades del sistema capitalista imperialista y
del resquebrajamiento del pacto burgués del “Puntofijismo” e insertó junto con sus camaradas de
dirección con una profunda convicción y ejercicio del Internacionalismo
Proletario, logrando que los militantes y cuadros sintieran como propia la
lucha de los pueblos del mundo y exaltaba la vigencia histórica del Socialismo,
y por esa lucha trascendental valía la pena hasta dar la vida, pregonaba “No
hay descanso en esta lucha a muerte”.
Jorge
Rodríguez con su inteligencia, con su sapiencia, con su tino y olfato político,
rompió el esquema de las organizaciones políticas tradicionales, entonces, las
calles, universidades, escuelas, fábricas y empresas, campos y ciudades, fueron
espacios de febriles debates políticos ideológico desmarcándose de la reacción
y el reformismo.
El
Maestro Jorge Rodríguez fue un obcecado enemigo del personalismo, instituyó
instancias de organización y de dirección en cada estado del país, revitalizó y
dio vida donde no habían de los círculos de estudio, le brotaba por los poros
su condición de maestro, su modo de vida fue una modélica y una guía de vida,
además impregnó a todos los niveles de la organización, exigió la elaboración
de informes y balances de las actividades, encausó la rebeldía de jóvenes y de
revolucionarios y revolucionarias que por un momento se sintieron desorientados
y desorientadas productos de los consecutivos golpes represivos que propinaron
los gobiernos de Acción Democrática y de Copei, quienes junto a Fedecámaras y
el Imperio, golpearon a los bastiones de resistencia revolucionaria.
En
el histórico acto de develación del busto de Jorge Rodríguez en la combativa
urbanización del 23 de Enero, modesto evento se convirtió en un arrollador acto
nacional con presencia de militantes consecuentes que cerraron filas con Jorge
Rodríguez en la LS / OR, además hicieron acto de presencia los saldos firmes y
consecuentes que en su oportunidad militaron en organizaciones como PRV –
Ruptura, Bandera Roja y demás consecuentes movimientos populares, quienes ante
la traición política ideológica de las Direcciones Políticas que le dieron base
a su fundación, se mantuvieron firmes y consecuentes y como identidad histórica
se estrechan las amistades y el afecto entre militantes socialistas
consecuentes es un saldo histórico que no ha claudicado y es una reserva moral,
política, ética de la actual Revolución Bolivariana porque su compromiso no
está mediado por intereses personales y acomodaticios porque siempre han estado
metidos en la candela de la lucha de clase por convicciones y méritos propios.
El
Maestro Jorge Rodríguez para hacer lo que hizo, de despertar la consciencia de
sus pares y de las generaciones que estaban espigando a costa de su propia
tranquilidad, de su propio sosiego y en más de una oportunidad enfatizó la
importancia de organizar y concienciar a las y los estudiantes y hacer de las
escuelas, liceos y universidades centros de reflexión y re-interpretación de la
historia y el devenir de la Revolución en Venezuela y en el continente y en otras
partes del globo terráqueo; surge del ideario de Jorge Rodríguez el Movimiento
Estudiantil de Unidad con el Pueblo -MEUP-; igual el Movimiento de Pioneros, la
Liga de Mujeres, enfatizó la necesaria vinculación para la proletarización de
sus sentimientos revolucionarios que los estudiantes, cualquiera sea su nivel,
estrecharan relación orgánica y simbólica con los y las trabajadoras.
El
Maestro Jorge Rodríguez concretó crear herramientas de lucha política de los
maestros y las maestras, plataforma de docentes, entre otras expresiones. El
Maestro Jorge Rodríguez sintió especial atención por las y los maestros, con
ese don especial de su interpretación política llegó a orientar y comparar a
nuestras maestras y maestros como las y los libertadores de nuestro tiempo, son
el fermento y la levadura de la conciencia y de los nuevos tiempos.
El
Maestro Jorge Rodríguez fue el artífice de la Marcha Nacional Antiimperialista
que desde distintas partes de Venezuela que hicieron del sistema vial
venezolano, río de autobuses, vehículos particulares, con insignias y banderas
de Venezuela, que a pesar de los obstáculos, desvíos y hasta retenciones,
detenciones de buses con sus pasajeros y pasajeras, encarcelamientos de
dirigentes sindicales, gremiales, comunitarios y secuestros de líderes y
representantes estudiantiles, la efervescencia fue tal que la marcha no pudo
ser detenida, a pesar de secuestros de las unidades de transporte por los
organismos represivos, entonces grandes columnas de revolucionarios y
revolucionarias se dispusieron a recorrer grandes distancias a pies con el
apoyo de la población en la alimentación, hidratación, medicamentos, resguardos
de quienes enfermaron y en alertar sobre las arremetidas de la militancia de
Acción Democrática y de Copei y sus bandas armadas.
La
marcha antiimperialista llegó a su destino: Cabimas –centro petrolero del país
en su momento- y estremeció el mundo socio político en Venezuela.
La
respuesta de la Democracia Burguesa de Acción Democrática – Copei, Fedecámaras
y CIA, fue acentuar la represión en cualquier ámbito de resistencia. Quienes
suscribieron el Pacto de Punto Fijo enloquecieron, sin importarle un bledo los
Derechos Humanos, entonces las y los revolucionarios, fueron hostigados,
detenidos, torturados, las desapariciones y los asesinatos políticos se
reeditaron y estuvieron al orden del día, viene a recordación horripilantes casos
como el del profesor universitario Alberto Lovera, Fabricio Ojeda, Víctor Soto
Rojas, eso no amilanó a Jorge Rodríguez y a sus camaradas que cerraban filas en
el proyecto LS-OR quien y quienes aseveraban y tensaban el carácter de la
membresía y simpatizantes de la LS-OR “el riesgo que corremos es parte del
desprendimiento que debe animar a los verdaderos revolucionarios”.
El
maestro Jorge Rodríguez le hablaba claro al Imperio, a los gobiernos
adeco-copeyano de la época, a las y a los reformistas que develaba la magnitud
de la confrontación y hasta donde tenía definido actuar por los derechos del
pueblo y por el socialismo: “nuestro límite es la victoria o la muerte”.
El
Imperio, los gobiernos adecos – copeyanos y Fedecámaras, se conjuntaron para
terminar definitivamente la clase de ética y de dirección política que impartía
Jorge Rodríguez en la lucha de clase en Venezuela y concibieron que la solución
es acabar con la vida del Maestro Jorge Rodríguez, chocaron las copas por la
decisión concertada y bajo horrorosas torturas, con desprendimiento de órganos
internos, le arrebatan la vida al Maestro Jorge Rodríguez.
El
Maestro Jorge Rodríguez a pesar que le arrebataron la vida a las 5.45pm del día
25 de julio después de dos días de suplicio, marchó dejando grandes lecciones y
el pizarrón que es el mapa de Venezuela y la asignatura es la historia de
Venezuela, indigno es que alguien o algunos que sepan lo que significó Jorge
Rodríguez le dé cabida a los espacios educativos y a la misma sede del
Ministerio del Poder Popular para la Educación a quien delató e inculpó al
Maestro Jorge Rodríguez con su posterior asesinato que como lo asevera el
revolucionario David Nieves, “Jorge Rodríguez no tenía ni la mínima idea de
donde estaba retenido el espía de la CIA en Venezuela William Frank Niehous”.
La
traición y la vacilación no puede tener cabida en el Ministerio del Poder
Popular para la Educación, el Poder Popular, no admite la traición y la
vacilación, entonces de ser así, no es Poder Popular, es una inconsecuencia
hasta con el propio Comandante Hugo Chávez mentor que los Ministerios de la
Revolución Bolivariana sean instancias del Poder Popular y no rampa de
lanzamiento de intereses y proyectos personales, de ser así, será una caterva
de inconsecuentes o de quienes ya están boqueando de cansancio y están agotados
de convicciones revolucionarias o están pensando jugar desde adentro por
quitarle el filo revolucionario a los preceptos políticos que el Comandante
Chávez delineó para la Educación y que el presidente Nicolás Maduro sigue con
énfasis y celo el legado educativo del líder de la Revolución Bolivariana.
El
presidente Nicolás Maduro ha hilvanado palabras de reconocimiento y de
admiración al Maestro Jorge Rodríguez y no ha ahorrado palabras no para
lisonjear a los hijos y familia de Jorge Rodríguez, es para destacar la
responsabilidad histórica de cada quien, ya no basta con convencer con lo que
se hizo, lo que se hizo fue pasado, lo válido es lo que se hace y se sigue
haciendo y el Maestro Jorge Rodríguez aún tiene que hacer y seguro es una
referencia de vida, por su ejemplaridad militante, además es referencia
bibliográfica por sus discursos, y de reflexión, por la pedagogía subversiva
para la transición de la educación a la Educación contenida en el texto
constitucional en Venezuela, esto exige de docentes comprometidos y
comprometidas hasta los tuétanos en contenido y forma con la Revolución
Bolivariana.
NO
HEMOS OLVIDADO
A pesar del tiempo...no hemos olvidado;
A pesar del tiempo...manos decididas golpean aún el templado cuero del tambor;
A pesar del tiempo...la bandera de la patria ondea y pasa de mano en mano y el redoblante sigue sonando;
A pesar del tiempo...los sueños no se han extinguido;
A pesar del tiempo...las ideas están frescas, lozanas;
A pesar del tiempo, de marchas y contramarchas, la fogata de la patria aviva su llama e ilumina pechos y razones, los destellos se reflejan en rostros y miradas convencidas de querer a estos cuatro puntos cardinales del suelo nacional.
Pudiera pensarse...pero el pueblo evidencia que no ha olvidado y hay muertos que no deben estar en las tumbas, muy a pesar de los años, nos acompañan y estimulan.
Gaspar
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