¿PERMITIRÁ LA DIRIGENCIA DE OPOSICIÓN QUE
SURJA LA JUVENTUD DESDE SUS BASES?
Gaspar Velásquez Morillo
Si bien es un problema interno de la
oposición, no deja de llamar la atención, como la sempiterna dirigencia de la
Mesa de la Unidad crea espacios donde siempre figuran las y los mismos, idéntica
situación se presenta en los partidos políticos de derecha, y cuando aparece en
escena o tiene un modesto espacio, muy contados sectores juveniles, estos son
apartados, minimizados, contaminados de posturas ultraderechistas,
fascistoides, única posibilidad de estar sobre la tarima, así como en los
cargos partidistas y de hacerle coro a los que ya lo tienen todo y que no
tienen nada que perder porque su futuro de vida lo pueden hacer con toda
tranquilidad en EE.UU.
La dirigencia de los partidos y de la
MUD están cometiendo recurrentes errores tácticos y estratégicos que conducen a
la oposición a languidecer históricamente, a pesar de arrebatos y desafueros,
con análisis de la situación del país, fuera de foco y con la visión de tierra
arrasada y con el riesgo inminente de perder su caudal de voto porque piensan
en sus exclusivos intereses piramidales e importándole un bledo las bases
partidistas y las necesidades de amplios sectores poblacionales que votaron circunstancialmente
por la oposición y que no les han cumplido con las expectativas creadas previo
a las elecciones parlamentaria del 6 de diciembre de 2015; todo indica que la
oposición está agotada, mermada, sin política, sin un horizonte cierto, que
será una frustración más que se le endosará a quienes con derecho y libertad
son la nueva generación y cierren filas con la oposición.
Pero todo va más allá, hay una
desconexión de la dirigencia de los partidos de derecha y la juventud, la
dirigencia y la realidad del país, porque es inconcebible que en aras de
derrocar el gobierno bolivariano se tenga que poner a pasar hambre a la
población y algunos empresarios neoliberales, ocultan y no producen los bienes
de aseo personal, alimentación y medicina, en lo fundamental, por castigo al
pueblo o por resentimiento y se desdeña la política, el debate de las ideas y
la concepción de la sociedad que necesita Venezuela para bienestar y
beneplácito de la sociedad general, por lo que discriminan, se desentienden e
irrespestan, el texto constitucional de la República Bolivariana de Venezuela,
decidido por la población mayoritaria del país en elecciones libérrimas con el
respectivo reconocimiento nacional e internacional.
Ahora bien, las necesidades son por
igual en amplios sectores, oposición y el chavismo, y que es una identidad
importante de precisar, porque el objetivo trazado por la ultraderecha, es
caotizar la sociedad y acuñar entonces al gobierno “la incapacidad de
satisfacer las necesidades de la sociedad y por lo tanto al que salir del
gobierno”, cuando el caos lo generan la oposición y sus empresarios aliados.
Hay que cuidar con celo extremo el abastecimiento alimentario y diversificarlo
aún más para beneficio de la población.
De nuestra parte, se ha generado un interesante
aprendizaje, donde quedan al trasluz nuestros propios errores, pero no hemos
arriado las banderas de la libertad, la democracia, la independencia y la
soberanía, estamos sacando lo extraordinario y dando la batalla por las nuevas
generaciones para que asuman el testigo histórico y sepan desde ya, la inmensa
responsabilidad que le corresponde en la inmediatez del tiempo.
Ahora cuando el pueblo madure cada
vez más en su consciencia e interpele a las nuevas generaciones de la oposición
¿cuál será el alegato de descarga en su defensa histórica?
Tiene razón el mártir Salvador
Allende: “Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica”.
Blog El Mural de Gaspar
Facebook / Gaspar Velásquez Morillo
@gasparvelasquez
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