PRUEBAS PARA LA COMISIÓN SURAMERICANA DE LA VERDAD
Gaspar Velásquez Morillo
Existe un buen dossier de los
medios impresos, de medios digitales, horas y horas de medios televisivos y
radiales de Colombia y de Venezuela, que mal aconsejados, se dejaron llevar por
encuestadoras chimbas y peseteras que con premisas y datos falsos del marketing
político les dijeron al mundo político de aquí y de allá, “ahora si se tambalea
Nicolás Maduro, está a punto de caramelo y nos comeremos las hallacas en
diciembre con el chavismo derrotado en las urnas electorales y es el principio
del fin chavista y luego vamos por la cabeza de Maduro y nos fumaremos un
habano en su honor”.
El aporte del expresidente Álvaro
Uribe -quien está fuera de sus cabales, curioso verdad? Por qué será?- este
hizo aparecer por los medios colombianos y panameños video represivo de
Guatemala como si fuera el trato dado a las y los colombianos en la
repatriación de días atrás.
Cuando el Alto Comisionado y
demás integrantes de la Comisión Suramericana de la Verdad -instancia
propiciada por el propio presidente Nicolás Maduro- pidan los argumentos de
Venezuela, además de la realidad misma, es sustanciar la defensa y protección
de las fronteras con los propios argumentos de ataque de la prensa privada de
ambos países.
La propia prensa burguesa de
ambos países sirven de prueba ante la Comisión Suramericana de la Verdad porque
mientras estas articuladas, vapuleaban la verdad verdadera, con sonoras y
estridentes mentiras, se mofaban de las condiciones de vida y penuria que
vivían los pueblos venezolanos asentados en el estado Táchira, y que también
padecían otros estados del país, por la escasez, el contrabando de extracción,
el ataque mortal contra nuestra moneda, cuyo objetivo oligárquico es generar la
neurotización de la población venezolana y la sensación de incapacidad del
gobierno de Nicolás Maduro en clara dirección hacia la desestabilización y de
restarle simpatía e intención del voto hacia el proceso socialista bolivariano
ya que están próximas las elecciones del 6 de diciembre.
El presidente Juan Manuel Santos,
de forma por demás arrogante, y haciendo todo una simulación de incomodidad,
cuya teatralidad fue atizada y amplificada por los medios privados de comunicación
colombianos y muchos otros internacionales, bajó intempestivamente las
persianas fronterizas, victimizándose, y calificando varias veces de “maluco” a
Nicolás Maduro se quedó mirando por una rendija hacia Miraflores para ver que
hacía o que haría su par, esa conducta del neogranadino echaba por tierra los
alcances obtenido por ambas cancilleras y sus respectivos equipos de trabajo en
días de intenso trabajo.
En Miraflores ha explicado hasta
la saciedad las motivaciones: el paramilitarismo, la droga, contrabando,
esclavitud sexual, secuestro, ocupación del área de seguridad, entre otros
males que se extiende hasta el presente en territorio venezolano desde hace
muchos años atrás, que obligaron al ex Canciller por seis años y ahora con 28
meses en la presidencia de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás
Maduro, a tomar las medidas del cierre de frontera y la repatriación de
centenares de hermanas y hermanos colombianos que estaban en condición de
ilegalidad en territorio de la frontera venezolana.
El plan le estaba funcionando a
ambas oligarquías en franco acuerdo con la delincuencia organizada propia o
exportada y los medios soplaban que soplaban para darle lumbre al carbón y
soliviantar a la población venezolana y lanzarla a la calle, a una guerra
civil, mientras ambas oligarquías estaban a buen resguardo y presta a saltar
sobre el negocio petrolero y colocarlos al servicio del Imperio norteamericano.
Develaba el presidente venezolano
que tuvo toda la paciencia del mundo, pero todo tiene un límite y emplazó al
inquilino del Palacio de Nariño en Bogotá a buscar respuestas comunes y éste se
hizo el desentendido en varias oportunidades, pues sucedió lo que sucedió.
Blog El Mural de Gaspar Facebook / Gaspar
Velásquez Morillo
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