Gaspar Velásquez Morillo
Circunstancias tan, pero tan
exigentes, han rodeado la presidencia actual en la República Bolivariana de
Venezuela, no obstante, Nicolás Maduro no se ha dejado acorralar, minimizar y
menos opacar y la curva ascendente de aprendizaje le hace colocar como en una
verdadera Revelación Política Gubernamental en el mundo, que quizás no sea
reconocida por cartelizados diarios y revistas internacionales quienes a
contracorriente de la historia serán mezquinos y no aceptaran en calificar al
presidente venezolano como Personalidad del Año.
Aunque tengo la certeza que a
Nicolás Maduro ese reconocimiento o no, no le quita el sueño, ni le perturba su
concentración mental.
Nicolás Maduro, su gobierno, el pueblo
se han enfrentado de tú a tú con el criminal Imperio estadounidense, ya ambos
contrincantes se miran frente a frente: el Imperio alega que “nunca ha
propiciado invasiones, ni derrocamientos de gobiernos en el mundo y mucho menos
ha planificado magnicidio” provocando la risa hasta de los propios
corresponsales de prensa en las propias ruedas de prensa del Imperio; de contra
parte, Nicolás Maduro, su gobierno, el pueblo, con pruebas en manos devela
públicamente el prontuario criminal y genocida de las administraciones
gubernamentales de EE.UU., desde la época en vida del Libertador Simón Bolívar
como hasta el presente; lo cierto es, que las solidaridades de muchísimos gobiernos
y pueblos del mundo con Venezuela, es por demás evidente y reafirman los
señalamientos del gobierno y del pueblo venezolano.
Ese sentimiento internacional a
favor de Venezuela, lo cultivó el Comandante Supremo Hugo Chávez Frías, quien
con claridad se desplegó en distintos escenarios institucionales y populares
mundiales develando la complicidad y sumisión de supuestos “líderes”, así como de
gobiernos conservadores del mundo genuflexos al Imperio, pero también develó
con prueba en mano éste Segundo Libertador de Venezuela, la esencia imperial,
lo cual le ganó simpatía y aceptación a nivel de internacional entre gobiernos,
pueblos e inspiró a muchos gobiernos emergentes y estimuló a muchos pueblos a
gritar sus verdades.
El proceso de formación de Nicolás
Maduro recibido de parte del Comandante Chávez, además, de su formación propia
y militante, le permitió elevarse por encima de mezquindades, de ataques de
enemigos naturales e irreconciliables pero también recibió sorpresivos ataques
embadurnados de retórica pseudo revolucionaria pero que en el fondo sumaba a
favor del Imperio y de las oscuras fuerzas subterráneas proimperialistas, de
modo pues que Nicolás Maduro permitió descubrir otras insospechadas aristas que
de ahora en delante hay que mirar con sumo cuidado, mientras la historia se
encargará de centrifugar. Ahora lo descrito, nos hace sospechar – y no es
nuestra culpa o prejuicio - cuando alguien o algunos se autocalifiquen de “Analista Político o Intelectual” sea de
derecha o se autocalifiquen de izquierda, porque puede ser un montaje para
disparar dardos envenenados o de hacer tantos análisis para no llegar a nada de
la nada. Prostituyeron la Ciencia Política, aunque aplaudo que todo el mundo se
exprese.
El desaguisado Decreto Imperial
–Edicto Real- siguiendo sugerencia de apátridas en Venezuela, y el Imperio
actuando de forma visceral, cae en su propia trampa y desde muchas partes del
mundo señalan al Imperio de su alevosía, ventajismo, prepotencia, de amenaza de
invasión y de guerra a Venezuela, pues los pueblos, han perdido sus miedos y
han tomado la consciencia de su nuevo papel en lo que parece ser el Nuevo Siglo
para los Pueblos.
Los medios de comunicación
privados en Venezuela, también en el resto de América Latina, así como dentro
del mismo Imperio, le corresponde -y tratan por todos los medios- limpiar el
rostro al presidente estadounidense Barack Hussein Obama, de edulcorar la
justificación de la Invasión y Guerra contra Venezuela, pero esa intimidación
despertó el sentimiento patrio y se revitalizan las mejores expresiones del
enfervorizado espíritu gladiador de nuestro pueblo.
Por lo pronto, siguen vigentes
las contradicciones: Capital – Trabajo, Imperio – Nación, Gobierno – Pueblo,
Pueblo – Pueblo. Nicolás Maduro y su gobierno ha de seguir profundizando el
Gobierno de Calle, acelerar a conciencia la transición y que ese proceso
gubernativo, sea una escuela, una nueva escuela ideopolítica para “aprender
a gobernar obedeciendo” dirigiéndose con visión estratégica, a la Paz,
Democracia, Producción y Justicia. A la par, seguir generando un proceso de
Pedagogía Patria en el seno de la Fuerza Armada Nacional quien ha dado pasos
agigantados y continuar de forma acentuada la Unión Cívico Militar para pasar a
la nueva fase de: Pueblo Uniformado. Según reseña el Ministro de la Defensa y
Comandante del Comando Estratégico Operacional que más de 40.000 ciudadanas y ciudadanos han
expresado su disposición a sumarse a las milicias territoriales.
En lo relativo a la Elección
Parlamentaria, el gobierno revolucionario, debe desplegar a una mezcla de generaciones
que han encontrado su crecimiento ideopolítico y sus aprendizajes con adecuados
métodos de dirección inducidos por la gran escuela que representó en sí, el
propio Comandante Chávez.
Por las características de la
estructura gubernamental constitucional, el parlamento se convierte y es, una
plataforma de lucha de clases, contralora y decisoria de las políticas
gubernamentales -y viene a la memoria como muchas veces- el admirado y
lamentablemente fallecido ex Presidente de la Asamblea Nacional William Lara -quien
en su oportunidad- tuvo que batirse muchas veces solo contra los mejores
caballos de la oposición, porque en muchos casos a William Lara, lo dejaron
sólo desde las propias filas de quienes se decían estar con la Revolución pero que
el tiempo develó que esos diputadillos eran unos infiltrados y otros eran
vacilantes, pero el curso de procurar una Asamblea Nacional con profunda
raigambre popular, de clase y comprometida con los más caros intereses de la
República se ha venido logrando, cuyo protagonismo es inobjetable, en la construcción
de la República Bolivariana de Venezuela, en la Refundación de la Patria de y
para las y los venezolanos de bien.
Nicolás Maduro, vaya pues, los
resultados de esas largas madrugadas, de largas noches y largos días de
reflexión y disposición, de aprendizajes de lucha, pues, le correspondió a Ud.,
ese honor, esa distinción y de forma por demás disciplinada, entonces, el
pueblo, el gobierno y como dice la canción: vamos andando…
Que sirva de guía desde ya,
previo, en y post Cumbre de Panamá la reflexión y seguimiento estricto en el
desempeño de la arena nacional e internacional la: Sección Quinta. De las Relaciones
Internacionales contenida en el texto constitucional de la República
Bolivariana de Venezuela.
Facebook / Gaspar Velásquez
Morillo
Blog El Mural de Gaspar
@gasparvelasquez
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