Venezuela y Cuba lloran su partida…

DOMINGO LEÓN SERÁ

UN ETERNO HAZ DE LUZ

Gaspar Velásquez Morillo

Generaciones del ayer, del hoy y las generaciones de siempre, la del siempre resistir, las del compromiso consecuente, la del juramento, por siempre! y para siempre! las sucesivas e históricas generaciones enternecieron con convicción la causa revolucionaria desde las indígenas que resistieron al usurpador europeo hasta esa que retoña en los Simoncitos de pioneros, en todas las generaciones se ha incubado el ejercicio del desprendimiento, que cada una ha dado de sí las más excelsa demostraciones de amor por Venezuela, por ese amor desenfrenado de ver a la patria de Bolívar convertida en la realidad en una sociedad justa y amante de la paz, verla pues: socialista!

Domingo León fue parte de esas generaciones que bordó con reciedumbre los años sesenta donde siendo apenas un adolescente se suma a la causa revolucionaria en el sector El Cementerio de Caracas y a sus 24 años le tocó cumplir la más Difícil Tarea aferrarse a la vida después de recibir 8 disparos en su cuerpo proveniente de los aparatos represivos de los gobiernos de AD-COPEI y Fedecámaras que lo querían muerto pero Domingo se les aferraba a la vida a pesar de quedar al borde de la muerte.

Para aferrarse a la vida, para cumplir esa Difícil Tarea, Domingo tenía que inspirarse en sus propias convicciones y en la confianza del pueblo, en la causa de los desposeídos, en la causa revolucionaria; pero no era necesario recordárselo, puesto que él había jurado hasta el extremo de entregar la vida si fuera necesario por una causa justa, la causa del amor por los necesitados y necesitadas de este petrolero país, donde las clases oligárquicas y pro imperialista presumían de que alentaban un sistema democrático pero esto no era más que una farsa democrática urdida por los partidos AD, COPEI y que hoy se le suman los partidos Primero Justicia y Fedecámaras pero que esos gobiernos pseudos democráticos fascistas adecos copeyanos coincidieron siempre como respuesta en aplacar con muerte y represión los gritos de la lucha por una Venezuela digna, democrática, justa. Esa escuela del genocidio para matar las ideas revolucionarias aún pervive en la mentalidad y accionar de la actual oposición fascista en Venezuela.

De ese contexto histórico brota Domingo León y sobrevive como testimonio de la crueldad del sistema capitalista imperialista por el que abogaban AD, COPEI, el Imperio y su Escuela de las Américas y sus esbirros.

La segunda victoria de Domingo y las sucesivas era que a pesar haber quedado parapléjico y estar preso contó con la solidaridad de todos los presos quienes se encargaron de curarles sus heridas, de contraparte recibían de Domingo la explicación de que era, y es, el sistema capitalista. Domingo resistió las penurias y que a pesar de estar al borde de la muerte no se les doblegó. La solidaridad nacional creció y se visibilizó a Domingo León y su lucha, así lo sacaron de la cárcel a la casa por cárcel a donde luego lo remitieron, con el agravante que los cuerpos represivos de la oligarquía se encargaban de fichar y detener a los y las vecinas que eran capaces de brindarle su humana solidaridad.

Pero Domingo León no se les moría, les resistía para enojo y desconcierto de los gobiernos de AD, COPEI y Fedecámaras quienes se frotaban las manos de satisfacción y subordinación pitiyanki esperando el ansiado momento para que sirviera de escarmiento al movimiento revolucionario. La clase política oligárquica de entonces increpaba a sus mandos policiales quienes a pesar de aislar a Domingo León de cualquier asistencia médica y de los vecinos, Domingo no se les moría.

Ya no podían ocultar y malponer a Domingo León y sus ideales ante la opinión pública, nacional e internacional, pero Domingo le gana en la calle, en las universidades, en las fábricas, Domingo León les gana el enfrentamiento de clase: partidos políticos de la oligarquía, medios de comunicación de Venezuela versus el volante y la pinta clandestina y a solicitud de varios lugares del mundo la partidocracia hubo que dejar a regañadientes que a Domingo León lo trasladaran a la República de Cuba, la Cuba de los muy queridos, Fidel y Raúl. Allá lo recibieron con los brazos abiertos, su estadía se prolongó por más de 27 años, con gratitud eterna a Cuba pero decía en voz baja que quería morir en Venezuela.

Su deseo se cumplió, Domingo murió en Caracas después de tanto batallar por la vida, murió próximo a cumplir el 26 de mayo sus 73 años, murió entre amigos, entre camaradas acá en el CDI de Chúao “Salvador Allende” a las 4.13am del día jueves 12 de mayo de 2011 interpretando el reporte médico con nuestras propias palabras: presentó múltiples ACV y complicación pulmonar. Hoy a las 12 del mediodía sembramos a Domingo en el Cementerio General del Sur en las adyacencias de su natal barrio donde nació acá en Caracas.

En el Reparto Guiteras de La Habana del Este, donde vivió los últimos veinte años, lo lloran, niños, mujeres y hombres, Domingo se sembró también en sus sentimientos, sigue a bordo del espiritual yate Granma, de seguro que lo recordaran con afecto en la escuela de la localidad, dos banderitas de Venezuela y Cuba están en la puerta de su apartamento planta baja, un ramo de flores está en el pórtico, en el resto de Cuba también lloran su ausencia. Acá en Caracas y en otros lugares de Venezuela los celulares no dejaban de repicar y se corrió la voz.

Las nuevas generaciones y el Ministerio de la Juventud y los Estudiantes –que está por surgir- tiene un compromiso con la acción y obras literarias de Domingo León, al igual que el Ministerio del Poder Popular para la Cultura divulgar y difundir dichos testimonios que recibieron reconocimiento de la Casa de las Américas en los años setenta y quedaron como huella viviente para esas nuevas hornadas de muchachas y muchachos que bullen, retozan y estudian en escuelas, liceos y universidades y que sueñan una Venezuela Socialista, además dichas instituciones han de contemplar que Domingo León sea motivo de estudio en aquellos jóvenes del campo y la ciudad y hasta en filas militares.

Cuando el Ministerio de la Juventud y los Estudiantes aperture su primer evento público ha de enaltecer en alto el nombre de Domingo León.

A pesar de que se nublen los ojos por las lágrimas, con puño en alto y con la Internacional gritamos: Honor y Gloria a Domingo León!

gaspar_velasquez@yahoo.es

@gasparvelasquez

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